jueves, 4 de noviembre de 2010

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  1. Sistemas de irrigación preincaica
1.1.  Cultura Paracas
1.2.  Cultura Nazca
1.3.  Cultura Mochica
1.4.  Cultura Chimú
1.5.  Cultura Wari

  1. Sistema de irrigación incaica
2.1.  Herramientas
2.2.  Los andenes
2.3.  Las cochas (suelos cóncavos)
2.4.  Los camellones(terrenos artificiales)


  1. Sistemas de irrigación durante la conquista colonial
3.1.  Sistemas hidráulicos españoles
3.2.  Construcción de presas
3.3.  Técnicas utilizadas


  1. Sistemas de irrigación en la época republicana.
4.1.  Técnicas de riego
4.2.  Suministro y distribución del agua
4.3.  Crecimiento de la agroindustria en el norte

  1. Sistemas de irrigación en la actualidad.
5.1. Riego de Secado
5.2. Riego por gravedad
5.3. Riego subfoliar
5.4. Riego por cañón o sobre follaje

Hito 1 Sistema de Irrigación Pre incaica

En la época pre incaica fue creada una tecnología propia y original íntimamente ligada a una fuerte organización que giraba en torno al riego. El resultado fue un gran desarrollo agrícola. Esta organización asumió una serie de pautas muy estrictas, referidas por ejemplo a la uniformidad de los cultivos, la dosificación del agua según turnos estrictos, la distribución permanente de tareas de mantenimiento y la limpieza de la infraestructura hidráulica. El control colectivo sobre cada agricultor individual era esencial y tenía más fuerza ahí donde el agua era más escasa.
Cultura Paracas: Paracas utilizó la técnica agrícola conocida como hoyas o campos hundidos. Ésta técnica consistía en cavar un hueco hasta alcanzar la tierra húmeda necesaria para cultivar. Adicionalmente, se construyeron canales de irrigación que partían de una bocatoma ubicada en el alto valle hasta alcanzar la tierra necesaria para cultivar.
Asimismo, en los desiertos costeros crearon una especie de chacras hundidas para poder obtener una humedad necesaria; es decir, éstos hacían una especie de pozas anchas y hondas, en las cuales sembraban diferentes productos de modo que, con el rocío y la humedad daba vegetación. Sin embargo, en el caso de las lomas usaban sistemas de captación que consistía en aprovechar el agua de la niebla y de los ojos de agua. Simultáneamente se acumulaban grandes piedras en las quebradas y laderas, para así formar muros que contengan la filtración del agua condensada en las partes altas de las lomas y usarlas para la siembra de diferente vegetación.



Cultura Nazca: La cultura Nazca al igual que la mayoría de culturas del mundo andino, tienen su base económica en la agricultura, esta actividad se presento para los Nazca como un reto difícil de superar por las características geográficas de la región donde se desarrollaron, pues el clima es bastante seco, las tierras agrícolas son pocas y existe poca agua para el regadío debido a la poca agua que llevan los ríos de esas región del Perú especialmente los de la cuenca del río Grande.
Los Nazca solucionaron en parte este problema con la elaboración de una tecnología de riego basada en la utilización de canales de riego y de unas galerías subterráneas construidas para aprovechar la napa freática, en la zona donde los ríos pasan por debajo de la superficie. Esta tecnología recibe el nombre de puquios y aparentemente fueron la base del riego sobre todo a partir de la fase Nazca medio para adelante.



Cultura Mochica: La cultura mochica era una sociedad avanzada para su tiempo, capaz de canalizar las aguas y desarrollar un complejo sistema de riego para sus tierras. Como debieron llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales (Wachaques) que se muestran como notables obras de ingeniería hidráulica, como el de Ascope y el de la Cumbre. Asimismo construyeron represas como la de San José, cuyas aguas almacenadas servían para irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez.

Cultura Chimú: La Cultura Chimú estaba ubicada en el mismo territorio que la Mochica, al norte del Perú, fue una de las culturas que  desarrollo un adelanto significativo en la agricultura y la irrigación, una tenaz ambición por la agricultura, pese a las dificultades que se le presentaba desarrollando técnicas hidráulicas que hasta en la actualidad se utilizan. La agricultura basada en un buen riego permite la existencia de grandes poblaciones en el desierto de la costa del Perú. La administración del agua asumió importancia fundamental en el curso del desarrollo de la cultural de la región.
El canal La Cumbre o el Canal Intervalle Chicama-Moche se usa para evaluar la proposición de que la comunidad andina poseía conocimientos hidráulicos refinados, el canal transporto agua para la irrigación del río Chicama hasta la cuenca del río Moche, el canal no distribuía solo transportaba, pese a que pasaba por terrenos cultivables. El canal fue construido por los chimú y transportaba el agua hasta cerca de la capital imperial Chan Chan, situado al lado norte del valle de Moche. El canal la cumbre tiene una distancia de 84 km.
Parece estar diseñado con conocimiento de la pendiente crítica para transportar un caudal de agua dado de manera óptima. Los ingenieros Chimú desarrollaron un técnica espectacular para lograr que los márgenes del canal no erosionen debido al flujo del agua, esto se cálculo para que nunca alcancen la velocidad critica de erosión.
El sistema de canales pampa HUANCHACO está ubicado al norte de Chan Chan, en el valle de Moche, y es uno de los muchos y extensos sistemas de canales chimú planeados y ejecutado por el estado antiguo. El canal representa el sistema subcrítico de contorno constante, que refleja el elevado nivel técnico alcanzado por los ingenieros Chimú. En este sistema existe soluciones a problemas técnicos de reconocimiento topográfico, distribución de recursos de tierras, e hidráulica de flujo a canal abierto. Nosotros vemos también en el sistema huanchaco, soluciones a problemas de filtración: a través de acumulación de capas de sedimentos y revestimiento de piedra, que se puede limitar la erosión de la pared en los canales posteriores.
Libro: LATECNICA EN EL MUNDO ANDINO – Heather Lechtman y Ana María Soldi. 
                    
 Cultura Wari: Los Wari impulsaron grandemente la agricultura intensiva, la producción masiva de bienes y productos y un activo intercambio comercial. Para aumentar la producción agrícola de las provincias y obtener excedentes para reforzar el abastecimiento de la región ayacuchana cuya agricultura no alcanzaba a satisfacer las necesidades de una numerosa y creciente población urbana, los Wari impulsaron la construcción de importantes obras hidráulicas en todo el Imperio; de ellas quedan restos en los valles de Moche y Virú. En la Comarca de Lima es probable que hayan ampliado la canalización del río Surco para irrigar la parte media del valle del Rímac y la Rinconada de Nieveria, donde se asienta Cajamarquilla 
Los Wari perfeccionaron y expandieron los sistemas de riego al mismo tiempo que el carácter político de su gestión se hizo más relevante. El sistema de regadío de valles múltiples, unidos por canales, dominó la agricultura. Se aprovecharon al máximo los sistemas de riego por gravedad, utilizando las pendientes y controlando las pérdidas por filtración mediante canales y surcos y así pudieron incorporar a la agricultura los suelos áridos y pantanosos de la costa. La gestión del agua pasó a ser centralizada por los reinos de la costa y su control fue definitivamente un elemento básico de poder. Perfeccionaron el sistema hidráulico y agrícola, sentando las bases para el posterior auge del imperio Inca.
Videos Hito 1:
Enseguida adjuntamos un video para poder entender las técnicas usadas por los pobladores pre incas y los esfuerzos que se hacen para entender las técnicas utilizadas en la antigüedad
http://www.youtube.com/watch?v=aDMAgqiewCU

Hito 2 Sistemas de irrigación Inca

El valle del Cuzco formaba el distrito metropolitano de la capital incaica, que comprendía zonas urbanas y rurales entrelazadas por numerosas acequias. Era un área aproximada de 18 km. por 6 km. Que corresponde a la cuenca del río Huatanay hasta la Angostura. Los incas ampliaron la cuenca natural al construir la acequia de Chinchero, que introducía al valle aguas desde fuera. Dentro del valle había muchas acequias integradas en varios sistemas o redes hidráulicos.



En la costa destacaron las hoyas y los extensos canales de irrigación tanto de superficie como subterráneos (acueductos). En la sierra los canales fueron de menor extensión; ahí la tecnología requería junto con el manejo del agua, el acondicionamiento de un terreno sumamente accidentado. El resultado fueron las terrazas o andenes, y en el caso de las zonas planas los waru-warus o camellones.
Los andenes: Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las condiciones del suelo para la agricultura. La variedad del clima y del territorio difícil, los llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que encontraron para hacer frente al problema. Entre las medidas más conocidas se encuentran la construcción de andenes, que durante el gobierno incaico se le dio una gran importancia. Aunque demandaban movilizar grandes cantidades de mano de obra, que el estado inca podía realizar con relativa facilidad.
Los andenes son terrazas agrícolas artificiales que sirven para obtener tierra útil para la siembra en las escarpadas laderas andinas. Permitían aprovechar mejor el agua, tanto en lluvia como en regadío, haciéndola circular a través de los canales que comunicaban sus diversos niveles, con esta medida evitaban al mismo tiempo la erosión hidráulica del suelo. Los andenes no sólo servían para el cultivo del maíz, sino para el cultivo de diferentes productos agrícolas, y aún para diferentes usos: para sembradíos, para evitar la erosión, para el lavado de la sal mineral.
Los andenes han merecido amplias investigaciones e inclusive se trata actualmente de reconstituirlos para beneficio de la agricultura. Ellos permiten cultivar las laderas empinadas de las quebradas y evitar la erosión producida por las lluvias.
La tierra acarreada en los andenes después de la construcción de los muros de piedra y del canal hidráulico que lleva el agua para el regadío desde el primer andén hasta el último, es labrada con la chaki-taclla o taclla, típico "arado" de pie indígena que es una herramienta para remover la tierra y para abrir huecos donde poner las semillas.
En la costa, algunos angostos andenes que carecen de agua y de canales de riego fueron utilizados como tendederos para secar algunos productos agrícolas como el ají (Capsicum sp.). Ejemplo de esto son los andenes que están detrás del edificio de Puruchuco en Lima. Otros como en Carquín, cerca de Huaura, servían para secar pescado.
Las Cochas: Para aprovechar el territorio del altiplano y adaptar la agricultura a las condiciones climáticas extremas que tiene esta región se crearon tanto los camellones como las lagunas artificiales o cochas. Las cochas son concavidades compuestas por varios surcos. El agua no debe empozarse más de un día, porque puede hacer que se pudran los cultivos. En sus bordes crecen pastos que alimentan al ganado. Esta tecnología es usada intensamente en la actualidad.



Los Camellones o Waru waru: Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca. Se trataban de montículos de tierra que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares de frecuentes inundaciones a causa de las lluvias. Usaron una serie de técnicas agrícolas en los camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar protección a las plantas, facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego, como fuentes de abono y, especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las alturas, evitando de este modo las heladas.
En tiempos pre-hispánicos se crearon en las punas las llamadas cochas o lagunas artificiales usadas para cultivar y para dar de beber al ganado. Estas lagunas pueden ser redondas, alargadas o rectangulares, y están compuestas por un gran número de surcos simétricos que recolectan el agua de las lluvias y la conducen entre los camellones de los surcos. El agua no debe empozarse más de un día por temor a podrir los sembríos. En sus bordes crecen pastos consumidos por el ganado que actualmente aprovechan las cochas abandonadas.


Sistemas de riego: Los conocimientos hidráulicos -canales y bocatomas-, permitieron la irrigación y el cultivo, especialmente del maíz. El litoral peruano se caracteriza por sus dilatados desiertos cortados por ríos que bajan por las serranías y cuyos caudales permiten el surgimiento de la agricultura. Los costeños fueron los mayores ingenieros hidráulicos pues se perfeccionaron y lograron métodos bastante sofisticados de irrigación, sobre todo los mochicas y más tarde los chimú. En el Cusco se canalizaron los dos riachuelos que atraviesan la ciudad, empedrando sus cauces y estableciendo puentes peatonales. Un ejemplo de la tecnología serrana es Cumbemayo, en Cajamarca, canal tallado en la piedra. La importancia de las obras hidráulicas se manifiesta en los numerosos mitos que cuentan los orígenes de dichas obras.


Enlaces
S.HERBONDY, Jeanetre E.
1969 “El regadío en el área andina central: ensayo de distribución geográfica”,
Revista Española de Antropología Americana: pag.132.

1987 “Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los incas
Revista Española de Antropología American: pág. 118.

Videos Hito 2:

Hito 3 Sistema de Irrigación durante la conquista colonial

Durante el periodo virreinal muchas obras de irrigación y sistemas de riego fueron abandonados, a pesar de las directivas del poder central metropolitano en el sentido contrario" y de la reglamentación de la distribución del agua en algunos valles de la costa. Las profundas modificaciones sociales, económicas y políticas generadas por la conquista destruyeron las estructuras previas de propiedad y tenencia de los recursos naturales, sus formas de administración o gestión, y el orden de prioridades del uso de los recursos, etc. Estas constituían las bases institucionales sobre las que se sustentaba la utilización racional de las aguas en función al conjunto de la sociedad.

Lo ocurrido en materia hidráulica a partir de la llegada de los españoles a América fue mucho más allá de un “cambio técnico” en el que se sustituyeran unos artefactos y materiales (de madera y piedra) por otros (metálicos), y se introdujeran máquinas y especies por completo desconocidos, como los molinos o los animales de trabajo. Estas innovaciones significaron una verdadera “revolución tecnológica” en el sentido de que vinieron acompañadas de un nuevo sistema sociopolítico y cultural que dio sentido distinto a esas “cosas” y desencadenó nuevos fenómenos. Esto no niega que las herramientas permitieron excavar los pozos y los depósitos de agua (cisternas, pozos, acueductos subterráneos) a mayor profundidad, que la rueda hidráulica, la palanca, el torno y la polea, aligeraron el trabajo de extraer y elevar el agua, que los animales, solos o en combinación con la rueda (carretas, carretillas), incrementaron la eficiencia del transporte terrestre y “liberaron” a los cargadores humanos, y que el arco en acueductos y puentes permitió conducir el agua a mayores distancias y conectar los caminos con mayor eficiencia.
En los inicios de la época colonial, la mayoría de los sistemas hidráulicos prehispánicos fue utilizada por los españoles sin mayores modificaciones, pero pronto transformaron técnicamente estos sistemas con la incorporación de las nuevas máquinas, tanto como por la necesidad de irrigar porciones territoriales continuas y de mayores dimensiones, al irse consolidando la propiedad territorial en sus manos, en detrimento de la de los pueblos (y en el contexto de la baja demográfica indígena).

Otros elementos y estructuras hidráulicas existieron por igual en el Viejo Mundo que en América, si bien con sus diferencias, entre ellos: acueductos, canales, presas de almacenamiento, pozos verticales, diques, superficies de recolección de agua de lluvia en patios con sus correspondientes conductos y depósitos de almacenamiento; compuertas; vertederos y ductos subterráneos.

Las innovaciones técnicas más significativas del periodo en materia hidráulica son, en un apretado resumen las siguientes:

Palancas: Estas no fueron empleadas en la época prehispánica con fines hidráulicos. Durante la colonia llegaron en la forma de un instrumento muy sencillo que permite a un solo hombre extraer y elevar el agua de pozos, lagunas y ríos con una pértiga colocada sobre una horqueta o caballete que tiene en un extremo un recipiente y en el otro una piedra que le sirve de contrapeso.

Rueda: Sabido es que la rueda fue conocida y empleada en América, en juguetes, y rodillos para hilar, entre otros, pero no en máquina alguna. En la colonia se hizo presente en diversas formas, entre las que destacamos ahora las utilizadas para elevar el agua y para mover maquinaria con fuerza hidráulica: las ruedas hidráulicas (verticales y horizontales), las poleas (para sacar agua), los tornos (para lo mismo), los molinos (para trigo, caña de azúcar y otros, y para batanes de paños) y, más tarde, los tornillos y los sifones invertidos.

Los acueductos sobre arquerías: para librar los accidentes topográficos por donde corría la atarjea o tubería, pronto sustituyeron a los acueductos prehispánicos sobre terraplenes. El arco se hizo igualmente presente en los puentes que complementaron o sustituyeron paulatinamente a los prehispánicos (colgantes o fijos, de troncos o entarimados).

Las cajas para el control de flujos o cajas repartidoras: dotadas con “datas” (aberturas con dimensiones basadas en la “vara”, que iban de la “paja” y el “surco” hasta el “real” y el “buey de agua”, pasando por el “limón” y la “naranja”) fueron un nuevo e importante instrumento en lo que toca a los métodos de distribución tanto como a los derechos sobre el agua.

Las compuertas de tablones y deslizantes sustituyeron a las prehispánicas.

Los animales de trabajo: que, al lado de las carretas y carretillas, facilitaron el transporte de materiales y personas, las tareas agrícolas, artesanales, de albañilería, entre otros; jugaron por igual un importante papel en algunas de las máquinas basadas en la rueda, para extraer el agua de diversas fuentes como pozos y lagos.
El establecimiento de molinos, batanes y otros “ingenios” mecánicos movidos por agua: estas herramientas antes desconocidas, modificaron profundamente el uso de los ríos y los sistemas hidráulicos indígenas al cambiar de función, básicamente porque, para poder contar con la fuerza necesaria, los nuevos edificios se colocaron en las cabeceras de los ríos.

Otras innovaciones fueron las presas construidas con piedra cortada, ajustada y cementada; presas con contrafuertes y presas de almacenamiento sobre corrientes perennes además de otros elementos arquitectónicos como cornisas, remates de los muros o caballetes, sardineles y gárgolas.



MINISTERIO DE AGRICULTURA
1975 "Evolucion historica de las acciones en irrigacioncs en el Pcru". Oiicina dc Programacion dcl Ministerio de Agricultura, Lima.



Hito 4 Sistemas de irrigación en la época Republicana


El periodo colonial implicó un profundo trastoque de la población peruana, y esto tendría impactos significativos en los sistemas de riego. Los drásticos cambios en patrones de ocupación y desarrollo de actividades económicas dentro del territorio también tuvieron un correlato en la infraestructura de riego preexistente y en los modos de apropiación del recurso. Luego del periodo de las encomiendas, las haciendas iniciaron un proceso progresivo pero muy claro de concentración del control del agua en los principales valles costeños en desmedro de las comunidades de indígenas. A la fecha no encontré estudios específicos sobre la interacción entre
hacendados y comunidades indígenas en el periodo colonial en el ámbito del riego, aunque no he podido realizar una evaluación exhaustiva.


Técnicas de riego

Desde la época de la colonia y hasta el primer tercio de la década actual las principales inversiones en infraestructura de riego en la costa peruana habían sido hechas por inversionistas privados, básicamente por empresarios de azúcar y algodón que querían mejorar su acceso al recurso en un contexto de precios internacionales favorables. Un tipo de extendido de inversión eran los pozos y
bombas para obtener agua del subsuelo o para bombear agua desde los ríos a zonas más altas.



Suministro y distribución del agua

La época republicana mantuvo básicamente algunas de las tendencias de la colonia en términos del control de las grandes haciendas sobre el agua, en una continua negociación asimétrica con las poblaciones locales tanto de pequeños propietarios como arrendatarios (Peloso, 1983). Un cultivo con economías de escala en el procesamiento como el azúcar reforzó la tendencia a la concentración de tierras y agua de las haciendas en la costa norte. El sector de medianos y pequeños agricultores no indígenas se concentraban hacia fines del siglo XIX en un cultivo como el arroz, que no tiene economías de escala pero que consume ingentes cantidades de agua. En todo este periodo la presencia del Estado fue débil, básicamente normativa y para la resolución de conflictos.

Es sólo a principios del siglo XX y durante las primeras tres décadas que el Estado central empieza a tener un rol en la construcción de grandes obras de riego en la costa peruana. Un primer intento de control se inició con la creación de administraciones técnicas de riego a principios de siglo, que empezaron a realizar los primeros estudios técnicos sobre el potencial de riego de los valles costeños. En este proceso fue crucial la presencia del ingeniero norteamericano Charles Sutton,
quien trabajó para el presidente Leguía en el periodo 1908-1912. La influencia de Sutton sería decisiva durante el segundo período de Leguía (1919-1930). Leguía lo nombró como responsable del primer proyecto de gran envergadura en la historia contemporánea de la costa peruana: el Proyecto Olmos en el valle de Chancay-Lambayeque.

http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd30/zegarra3.pdf

Crecimiento de la agroindustria en el norte

Aunque en menor medida, durante el segundo gobierno de Manuel Prado (1956-1 962) las inversiones en irrigaciones continuaron siendo importantes en relación a las inversiones posibles totales, Las principales obras fueron la represa de San Lorenzo, la continuación de los trabajos en las pampas de La Joya, así coma abras de represamiento y encausamiento para evitar inundaciones en los pueblos y destrucción de los cultivos.
Durante su primer gobierno de Fernando Belaunde (196-1968), la irrigación de San Lorenzo fue continuada y se inicio con Ia represa de Tinajones un esquema similar que permitió que el área bajo irrigación permanente en Ia costa pasara de más de 450 mil hectáreas en 1963 a 580 mil en 1969. Durante este gobierno se actualizaron los estudios de los más importantes proyectos de
Irrigación de la costa.
El régimen militar presidido por el general Velasco inicio la reconstrucción del proyecto Chira-Piura, concluyéndose la presa de Pocchos, lo derivación del río Chira al Piura y el sistema de colectores de drenaje del valle del Bajo Piura. Concluyo, asimismo, el canal Taymi del Proyecto Tinajones - al cual se aponían, antes de la reforma agraria, las hacendados de la región por temor a
perder el control del agua de riego - y comenzó la construcción del túnel Conchano. Se iniciaron las obras del Proyecto Majes, del Plan Nacional de Pequeñas y Medianas Irrigaciones, y, además, se elaboraron los proyectos Jcquetcpcque-Zafla, Olmos y Puyango.
Durante el segundo gobierna de Fernando Belaunde (1980-1985) prosiguieran las obras de las irrigaciones iniciadas: Chira-Piura, Tinajones, Plan Rehatic, Programa Nacional de Pequeñas y Medianas Irrigaciones. Igualmente se inicio el desarrolla agrícola del Proyecto Majes, avanzandose en la construcción de la represa de Condorama. Empezó la construcción de la presa de Gallito
Ciego, principal estructura del Proyecto Jequetepeque-Zafla, Se actualizó el estudio del Proyecta Chavimochic y Pampas y el de Chimbote-Nepeña-Casma (Chinecas).

http://www.cepes.org.pe/pdf/OCR/Partidos/gestion_agua_crisis_institucional/gestion_agua_crisis_institucional_cap2.pdf

Hito 5 Sistema de Irrigación en la actualidad


El riego en el Perú ha sido (y se espera que continúe siendo) un factor determinante en el incremento de la seguridad alimentaria, el crecimiento agrícola y productivo, y el desarrollo humano en las zonas rurales del país. Los recursos hídricos y la infraestructura hidráulica para riego está distribuida de manera desigual por el país, lo que crea realidades muy diferentes. La costa, de tierra fértil pero seca, posee grandes infraestructuras hidráulicas fruto de inversiones destinadas al desarrollo de regadíos para fomentar exportaciones. La sierra y la región Amazónica, con abundantes recursos hídricos pero poca o rudimentaria infraestructura para riego, poseen minifundios con cultivos destinados a mercados locales o subsistencia. Una gran parte de su población es pobre.
El siglo XX comenzó con un importante desarrollo institucional en el sector riego de Perú con la creación del Cuerpo de Ingenieros de Minas y Aguas (1904) y el Servicio Hidrológico (1911). En 1914, el gobierno peruano contrató al ingeniero estadounidense Charles Shutton para asesorar sobre las obras públicas para el desarrollo del riego. Sin embargo, no fue hasta la década de los años 20 cuando se lanzaron los primeros proyectos de riego estatales a gran escala. La inversión pública en riego en 1905 correspondió al 8,7% del total, llegando al 18,62% en 1912, tendencia que continuó en las décadas de los años 20 y 30.
Desde 1945 hasta 1948, el Gobierno aprobó el Plan Nacional de Riego y Mejoramiento del Riego. Entre 1945 y 1956, la inversión pública alcanzó niveles sin precedentes con hasta el 50% de inversión total. Las transferencias de agua del río Quinoz al intermitente río Piura en la Región de Piura y desde el río Chotano al río Chancay-Lambayeque en la Región de Lambayeque, ambas ubicadas en la parte norte de la planicie costera, son ejemplos de los proyectos implementados en ese momento y durante la década de los años 60. Entre 1950 y 1980, el 90% de la inversión en riego se dirigió a la región costera y solo el 10% al Altiplano.
La reforma agraria de 1969 expropió todas las propiedades por encima de un determinado tamaño, generalmente 100 ha. La mayoría de los campesinos peruanos eran minifundistas independientes y, por lo tanto, continuaron trabajando sus tierras individualmente después de las reformas. La reforma agraria y la inestabilidad política contribuyeron a un escaso rendimiento de la agricultura, ya que cambiaron profundamente las relaciones de producción en el campo, interrumpieron la organización de sistemas productivos en las mejores tierras agrícolas y forzaron parte de la capacidad empresarial.
Los asociaciones informales de regantes Peruanos se vieron afectadas por la reforma agraria y la Ley General de Aguas ya que promovían un determinado modelo de asociaciones y les daba oficialidad. En 1989, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 037-89-AG transfirió las responsabilidades de operación y mantenimiento de los sistemas de riego a las juntas de usuarios. Esta descentralización, que se produjo especialmente en la costa, tenía como objetivo desvincular al estado, fomentar la inversión privada y estimular la independencia y la sostenibilidad financiera de las juntas de usuarios mediante el establecimiento de tarifas de agua. Sin embargo, las bajas tarifas y la poca capacidad recaudadora produjeron un apoyo financiero insuficiente para que las juntas de usuarios mantuvieran y desarrollaran los sistemas de riego. El gobierno peruano siguió siendo el mayor actor en el desarrollo del riego, que estaba concentrada en la región costera. El 76% de la inversión en la región costera entre 1978 y 1982 se concentró en los tres proyectos más importantes de riego en Majes (Región de Arequipa), Chira-Piura (Región de Piura) y Tinajones (Región de Lambayeque). Esta tendencia se mantuvo durante los años 90.
En 1996, el Gobierno, con el apoyo del Banco Mundial, creó el Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI), que, con éxito desarrolló las capacidades de las juntas de usuarios en la costa, redujo la importancia de la inversión pública en el sector, mejoro la sostenibilidad financiara de las juntas y aumento la inversión privada en la mejora técnica de los sistemas de riego.

Inversiones en la actualidad para atender los problemas de irrigación

En el norte del Perú el avance de las inversiones para el proyecto Olmos están al 80%. El proyecto Olmos comprende la captación del agua del río Huancabamba que será trasvasado por el Túnel Trasandino de 20 kilómetros. La inversión total para el desarrollo integral de las obras supera los 500 millones de dólares.

Dicho proyecto abastecerá de agua a 43,500 hectáreas de tierra, de las cuales 38,000 hectáreas, que se ubican en las pampas de Olmos, serán subastadas en lotes a gran escala, mientras que las 5,500 hectáreas restantes pertenecientes a Valle Viejo serán irrigadas para el mejoramiento del desarrollo agrícola.

En el Sur del Perú la inversión se está orientando a una mega construcción en majes Suguas II. Con una inversión total de US$404,7 millones aportados por el Estado, privados y el gobierno regional de Arequipa, y la creación de 440.000 puestos de trabajo, el proyecto de irrigación Majes Siguas II se transformará en la obra más importante para la industria del agro del país andino.
Gracias a la construcción, se podrá expandir la frontera agricola en 38.500 hectáreas y beneficiará de modo directo a los productores de Arequipa, Cusco, Apurímac, Puno, Moquegua y Tacna.
Con el inicio de los trabajos en Majes Siguas II, se generarán de manera directa 140.000 puestos de trabajo, y unos 300.000 indirectos, transformándose en uno de los más grandes proyectos agroindustriales del país.
http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/peru-proyecto-majes-siguas-ii-generara-440000-puestos-de-trabajo